“El artesano explora estas dimensiones de habilidad, compromiso y juicio de una manera particular. Se centra en la estrecha conexión entre la mano y la cabeza. Todo buen artesano mantiene un dialogo entre unas prácticas concretas y el pensamiento; este diálogo evoluciona hasta convertirse en hábitos, los que establecen a su vez un ritmo entre la solución y el descubrimiento de problemas”
Richard Sennet. El artesano
El encargo planteado es la construcción del Belén de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra. Para ello, desde la escuela, cada año se encarga a una pareja de profesores (uno del departamento de Teoría, Proyectos y Urbanismo, otro del departamento de Construcción, Instalaciones y Estructuras) el proyecto del Belén que va permanecer en la escuela durante la Navidad. Para esto, el presupuesto total es de 150 Euros y las figuras del propio nacimiento son propiedad de la escuela desde sus inicios.
Nuestra primera intención fue clara: Enseñar a los estudiantes que la arquitectura se apoya en la realidad existente para construir, con mayúsculas, una realidad mucho mejor. Es ahí donde reside el sentido operativo de la transmisión de nuestra profesión. Para conseguir esto, los estudiantes debían de construir con unos bloques de hormigón prefabricado estándar, prestados por la empresa Viguetas Navarra, el propio Belén.
El proyecto se basa en la trinidad, haciendo de la misma una construcción completa y compleja. Partiendo de un triángulo equilátero donde los tres lados son iguales, se propone desfasar los mismos para crear un contexto. A su vez, se presentan unos intersecciones en cada vértice vinculando cada muro con una realidad existente. Un muro y su intersticio miran al magnolio fundacional de la escuela, otro se orienta al Este, a Belén. Y, el último, se pone en paralelo a la escuela de arquitectura abriéndose así mismo a la Universidad. A su vez, cada uno de estos muros esta construido por tres hiladas diferentes, dos a sogas haciendo matajuntas y una a tizones, dotando de mayor resistencia al conjunto. La altura total de los muros es de 180 centímetros, lo cual suma tres veces, tres hiladas de 60 centímetros, dejando completa la idea de trinidad. Por último la longitud de cada uno de los muros son 360 centímetros, buscándose tener dos veces 180 centímetros lo que corresponde a dos cuadrados perfectos.
Los muros se aparejan dejando los huecos de los bloques vistos, a través de los cuales se puede observar ¨El misterio¨. Cada hueco puede contener una pequeña vela o mensaje por medio de la cual podemos dejar nuestros deseos y buenas intenciones. Al centro del triángulo se ubica el nacimiento, que se apoya sobre una peana de bloques de hormigón pintados en dorado, sobre los cuales descansará la sagrada familia.
Finalmente, al mirar a través de los intersticios o de los huecos de los bloques nos tenemos que agachar o agazapar, cómo al entrar en la propia gruta de Belén donde el nacimiento se dio en busca del misterio.