Una pequeña casa a construir en Arroyo Leyes, un pueblo de casas de fin de semana de la Ciudad de Santa Fe.
Laura soñaba una casa para su retiro en las afueras de la ciudad, para una nueva etapa más cercana a la naturaleza. En la primera visita al terreno descubrimos un par de indicios, el gran bosque de eucaliptos al sur que protege de los vientos, la ubicación del terreno en el umbral del territorio urbanizado que nos permitía aprovechar el ocaso, un gran ejemplar de eucaliptos en la esquina suroeste y un bosque de espinillos en el fondo del lote.
La casa debía ser construida a través del crédito “Procrear”, lo que implicaba una necesidad de austeridad en las soluciones y materiales para lograr un bajo coste sin perder calidad arquitectónica.
La casa se desarrolla linealmente, paralela a la calle de acceso y al bosque de eucaliptos, generando una expansión protegida hacia el norte. La planta se resuelve con un gran salón, una cocina con un patio interno para desayunar mirando la naturaleza, baños y lavados como umbral entre público y privado y un dormitorio principal al fondo.
El material a utilizar es el ladrillo de la costa, realizado a escasos 500 metros de la obra, el cual apilamos conformando la estructura portante de la casa a compresión, utilizando los contrafuertes necesarios para darle espesor al límite. Sobre estos muros se desarrolla una viga en “U” de Hormigón Armado que tiene doble función, por un lado recoge las cargas del techo, trasmitiéndola a los muros y evitando las cargas puntuales, y por otro lado recoge el agua de lluvia y la lleva a los bordes. Sobre la viga canalón se apoya la cubierta metálica liviana a dos aguas.
La casa Bovero intenta ser una casa austera que no renuncia a la belleza de lo sencillo.