Durante el proceso de conceptualización de este nuevo complejo para Arenas de San Pedro capturamos la esencia de estos dos materiales primarios como energías mutuamente vigorizantes, confiamos, plenamente, en que con este par de elementos podríamos crear y expresar casi todo lo que esta piscina y spa a las faldas de la sierra de Gredos, más en concreto en pleno valle del Tiétar, parecía requerir.
El proyecto trata de llevar a cabo la relación entre el valle y la montaña a través del corazón de su piscina. Por tanto, la primera de las ideas, la primera de las intenciones que quisimos traer fue la de nadar mirando hacia ambos límites territoriales, lo abrupto de la montaña y lo dócil del valle.
El ejercicio propone una construcción utilizando los medios locales a nuestro alcance, granito de la sierra de Gredos y madera proveniente de los propios bosques cercanos. Se plantea una construcción sensata, local y de nula huella en su producción. Una arquitectura de cercanía, artesanía de proximidad.