“Yo haría un laberinto sin paredes. Crearía una complejidad que no tuviera que ver con una geometría, con un simple recinto o confín, ni con unas barreras, sino con la creación de alternativas que no fueran contraproducentes… creando complejidad espacial, leyendo nuevas grietas contra viejas superficies”. La energía plástica contenida en esta frase del artista Gordon Matta-Clark, orienta el trabajo de recuperación y revitalización del antiguo Convento de las Salesas de Pamplona como nueva sede de MCP-SCPSA.
Un vacío transversal que es un regalo para la ciudad en el que resuena un vestigio perdido del lugar: la Belena de San Fermín, entre San Francisco y el Rincón de la Aduana. Dotado con los atributos formales de sorpresa y ligereza de tantas fachadas interiores de nuestra tradición, este ámbito intersticial sirve para organizar un itinerario de acogida propio entre recortes de cielo y vegetación. Una transición de los circuitos urbanos a las zonas de trabajo cuyo límite son dos portones de acceso que no distorsionan la composición de las fachadas.
Una intervención que reutiliza los espacios respetando sus características figurativas y constructivas originales, los rehabilita demostrando su capacidad de tener nueva vida al dotarles de infraestructuras ocultas entre las capas del edificio y los recicla al servicio de una sociedad para la que, como un símbolo, la institución recupera para sí una pieza de la historia ciudadana con un diseño medido en gestos y materiales, un planteamiento que reduce costos de edificación y gestión.